25 de Agosto de 2022
Chile es líder en exportación de manzanas de Latinoamérica, sin embargo, la industria ha sufrido grandes cambios los últimos años que han afectado la rentabilidad del cultivo y han llevado a muchos productores al recambio por variedades de mayor retorno, produciéndose una disminución sostenida de la superficie plantada en el país y, por lo tanto, de la producción y la exportación. Solo en el último año se registró una baja de 4,2% de las hectáreas de manzanos y se estima una disminución del 5,2% de las exportaciones.
El principal cambio para la industria ha sido la incorporación de tecnologías y productos que permiten guardar las manzanas por largos períodos de tiempo, permitiendo a países productores del hemisferio norte mantener su oferta interna por casi todo el año, disminuyendo la ventana de exportación. Esto elimina la contra-estación de la que se ha beneficiado Chile en su desarrollo como país exportador de fruta, e incrementa la competitividad para la exportación y comercialización, disminuyendo los precios y, por lo tanto, la rentabilidad del cultivo. A lo anterior se suma un importante aumento en los costos de producción asociados a la escasez de mano de obra, aumento en precios de fertilizantes y encarecimiento del transporte.
En este contexto, se vuelve esencial la producción de fruta de alta calidad para salir al mercado y obtener los mejores precios, considerando características como el color, calidad externa y el calibre. Este último, es un atributo muy importante en la fruta, ya que, al incrementar la competencia, los calibres más pequeños van perdiendo su valor hasta niveles en que no es rentable cosecharlos.
Para esto, las nanoburbujas se presentan como una alternativa tecnológica atractiva debido a su inocuidad, fácil aplicación en campo y su alto potencial para incrementar el tamaño de la fruta a través de mecanismos fisicoquímicos en combinación con el agua. Aumentar el calibre de la fruta y a la vez el rendimiento por hectárea permite al productor posicionar su fruta en una calidad y precio mayor, y a la vez obtener mayores retornos por hectárea. Kran Nanobubble se ubica como una de las empresas pioneras en el mundo respecto a la aplicación de nanoburbujas en diversas industrias y subsectores, como la postcosecha, viveros y el riego. La empresa chilena fundada en 2017 nació bajo la visión de su fundador, Jaime de la Cruz, de alcanzar un desarrollo próspero a nivel económico y ambiental mediante el uso de esta tecnología disruptiva.
La firma se divide en tres verticales; la primera es la acuícola, ubicada en Puerto Montt y dedicada hoy en día a la recuperación de los fondos marinos en centros de cultivo y a la aplicación de nanoburbujas en plantas de proceso; en segundo lugar, se ubica el área agrícola, que integra el riego tanto de frutales y hortalizas, como de áreas verdes urbanas, el control de algas en tranques de riego y la sanidad en postcosecha (packing). Por último, se encuentra la vertical industrial, que trabaja en recuperación hídrica, RILes y disminución microbiológica en plantas de procesos. Ambas ubicadas en sus oficinas de Santiago.
Respecto a las aplicaciones de riego en la agricultura, el Subgerente Agrícola de la empresa, Jaime De La Cruz Ríos, explicó que “Al inyectar nanoburbujas de oxígeno a las raíces, estás son más eficientes respecto a la absorción de los nutrientes. Lo anterior entrega beneficios en la producción, lo que genera un mejor rendimiento por hectárea”.
En cuanto a su implementación, De la Cruz señaló “nosotros no ofrecemos una solución importada, buscamos trabajar en conjunto con el productor, desde el diagnóstico, hacia el diseño y evaluación. Nuestros sistemas son de fácil instalación y muy versátiles a modificaciones y ajustes. Por lo tanto, el acompañamiento nos permite ir ajustando y realizando mejoras continuas”.
Otra aplicación es la utilización de agua con nanoburbujas en plantas de proceso de packing de frutas. Una vez cosechada la fruta, se dirige a los packing y toda el agua que se utiliza es con nanoburbujas.
Menor pudrición en las frutas y prolongación de vida útil de la fruta, son algunos de los beneficios que trae esta aplicación. Kran lleva más de 3 años implementando esta tecnología junto a Crispagold, en un packing de cítricos, con muy buenos resultados.
Sobre el control de algas, De La Cruz Ríos detalló: “La proliferación de algas en tranques de regadío es hace un buen tiempo un malestar no menor para los distintos productores. El aumento de calor y la escasez hídrica hacen que la eutrofización sea mayor, provocando un reiterativo bloqueo en los filtros y bombas, un uso mayor de químicos como sulfato de cobre y la operación ineficiente del tranque (recambios más seguidos), Todo esto lo podemos evitar si es que incluimos nanoburbujas Kran en el tranque. La energía interna y la liberación de radicales libres, actúan disminuyendo los sólidos suspendidos, abatiendo metales y algas. Este efecto lo hemos visto no solo en tranques de riego sino también en lagunas y lagos con altos niveles de eutrofización”.
Por último, se encuentra la eficiencia de su sistema de nanoburbujas como integración a los distintos procesos de tratamiento de aguas ya utilizadas en el proceso (grises o RILes), lo que les ha permitido, por ejemplo, recuperar para el riego, aguas de lavado.
Desafíos 2022
La empresa este año enfrenta diversos desafíos, uno de ellos consiste en posicionar esta tecnología como una opción real frente a los distintos escenarios presentes: cambio climático y productividad.
“Nuestro desafío de este año es la colocación de sistemas Kran en productores nacionales, queremos dar a conocer la tecnología y mostrar sus beneficios, todo esto mediante un proceso de trabajo conjunto, en donde el riesgo por innovar sea compartido. Somos conscientes de que la agroindustria y los medianos productores viven momentos complejos, pero también, que los saltos tecnológicos son aquellos que nos entregan diferenciación y alta competitividad, por lo que como país agrícola, no podemos quedarnos fuera”, destacó Jaime.
FUENTE: Portal Frutícola