04 de Julio de 2023
La startup nacional de alta tecnología nacida en Puerto Varas y que ahora se instala en Silicon Valley, Estados Unidos, consolidó su internacionalización gracias a su tecnología basada en burbujas tan pequeñas como un virus que pueden ahorrar agua, energía y restaurar ecosistemas. En este camino de solo seis años, Kran ganó la última versión de un programa global de innovación impulsado por Cervecería AB InBev, que agrupa marcas como Corona, Budweiser, Stella Artois y Becker.
Naranjas que duran un mes extra sin que se vean afectadas por hongos; ahorros considerables de agua en procesos industriales en los sectores minero y de alimentos; descontaminación del gran lago Amatitlán en Guatemala; riego ultra eficiente de canchas de golf e instalaciones de cementerios parque; la creación de un súper hielo que dura más y es más helado para favorecer el transporte de salmones desde el sur de Chile; o el control de olores molestos de instalaciones industriales; entre muchas otras aplicaciones, además de una treintena de desarrollos en curso y pilotos instalados alrededor del mundo.
El potencial de Kran, la startup tecnológica chilena dedicada al desarrollo de las nanoburbujas nacida en Puerto Varas, es casi infinito, y en tan solo seis años se está consolidando a nivel global con su reciente arribo a Palo Alto, en Estados Unidos, un mercado gigante con enormes oportunidades y una vitrina indispensable para una consolidación internacional.
El nombre Kran no es al azar ni tampoco una sigla. Es el homenaje que Jaime de la Cruz, emprendedor inquieto, amante de la ciencia de frontera y de la mitología Selknam, hizo a este pueblo considerado extinto por muchos, que habitó en los confines del extremo austral de Chile, y que rememora a uno de los principales antepasados mitológicos que se va a vivir a las estrellas.
“Kran nace de un sueño personal de generar una empresa que tuviese tres pilares: que sea de alta tecnología, que estuviese en la frontera de la ciencia y que fuera cien por ciento verde”, cuenta Jaime de la Cruz respecto de sus inicios al mando de la compañía que pasó de tener cuatro colaboradores, a 50 en los últimos dos años y medio, con estrechas relaciones con importantes universidades chilenas, como la U. de Concepción, U. Católica de Valparaíso, U. de Antofagasta, U. de Los Andes, Pontificia U. Católica de Chile y DUOC UC, para ahondar en el desarrollo científico enfocado en la creación de nuevas tecnologías que ayuden a las empresas a cumplir sus metas de sostenibilidad con fuertes impactos positivos en el medio ambiente.
Con instalaciones propias donde diseñan y ensamblan sus equipos en Puerto Varas, gracias al apoyo de fondos de inversión nacionales Invexor y Amarena, Kran alcanzó un nuevo hito de la mano de Cervecería AB InBev, la multinacional cervecera más grande del mundo que agrupa marcas como Corona, Budweiser, Stella Artois y Becker, al ganar un programa de innovación 100+ Accelerator en las versiones local y global que impulsa la compañía. Esto le permitió instalar un piloto en la planta ubicada en Quilicura, para generar un considerable ahorro de agua y energía, con la posibilidad de ser extendido a muchos otros países donde opera la empresa.
Para llegar a este nivel, De la Cruz vivió en carne propia varios fracasos anteriores a su éxito actual: emigró de Santiago a Puerto Varas a fines de la década del 90 para ejecutar un proyecto inmobiliario que, no obstante, le reportó pérdidas. “Hubo veces que con mi esposa no sabíamos con qué íbamos a alimentar a nuestros hijos la próxima semana”, recuerda. Luego se empleó en una compañía proveedora de la industria salmonera, que quebró producto de la crisis del virus ISA. Tiempo después decidió apostar por un nuevo emprendimiento salmonero, hasta que descubrió una nueva motivación: buscar soluciones de alta tecnología y que contribuyeran -de verdad- a que las empresas den un salto en sustentabilidad ambiental. Así, llegó a la ciencia de las nanoburbujas y fundó Kran tras un viaje a Osaka, en Japón, acompañado del ingeniero Lucas Magglio, para ver in situ los mayores avances que se estaban dando en la materia a nivel global.
Esta tecnología produce burbujas tan pequeñas como un virus, a las que en su interior se pueden introducir gases como aire, ozono u oxígeno, por nombrar algunos, y que dan propiedades únicas al fluido donde están inmersas, como bajar la tensión superficial y mejorar la transferencia de masa al medio. Las nanoburbujas pueden llegar y actuar donde el agua no llega.
“Todo en Kran es así. Son sueños que queremos hacer realidad de la mano de la ciencia aplicada. Somos una empresa con sentido, lo que es muy atractivo para tener colaboradores muy jóvenes y muy preparados, chilenos y extranjeros. Cuando abrimos un cupo en la empresa, nos llegan postulaciones de todas partes del mundo”, afirma De la Cruz.
La relación de Kran con Cervecería AB InBev comenzó con su participación en la primera convocatoria 100+Labs realizada en 2021 para startups nacionales, con el apoyo técnico de Socialab, instancia en que el equipo de De la Cruz ganó en el desafío de gestión de agua. Tras ello, levantaron un piloto en la planta de tratamiento de aguas residuales de la compañía, en Quilicura, con el objetivo de eficientar la aireación, logrando un ahorro del consumo energético del 16%.
A raíz de esta experiencia, motivados por el equipo de Cervecería AB InBev, Kran dio el salto a la versión global del programa 100+ Accelerator, compitiendo con startups de todo el mundo y obteniendo un fondo para generar un proyecto de ahorro hídrico en toda la planta en Chile, la que se encuentra en proceso de obtención de resultados.
Quien conoce de cerca el camino de Kran y el ecosistema de innovación chileno es José Antonio Alonso, director de Asuntos Corporativos e Impacto Positivo de Cervecería AB InBev. “Hasta el minuto hemos piloteado/testeado 13 startups desde el inicio de 100+ Labs en 2020 a nivel local y queremos muchas más. Kran creó una tecnología muy interesante para la reducción del consumo de agua y energía eléctrica. Es muy inspirador que hayan ganado este programa a nivel global, y que ahora esté en el radar de nuestros más altos líderes mundiales”, afirma el ejecutivo.
Alonso explica que el compromiso con la innovación y las startups de Cervecería AB InBev nace del convencimiento de que “no tenemos todas las respuestas y que tenemos que buscar apoyo para mejorar nuestros procesos productivos contribuyendo al medio ambiente. Entendemos que para poder seguir existiendo como compañía tenemos que transitar hacia un negocio que tenga menos impacto en el medio ambiente, beneficiar a las comunidades, mejorar la rentabilidad y dotarnos de un gobierno corporativo que se auto imponga metas que nos permitan avanzar en todas estas materias. En este camino nos hemos dado cuenta de que no son las empresas grandes las que tienen las mejores soluciones, sino que las mejoras efectivas las hemos visto en las startups, que son muy ágiles e innovadoras en encontrar las soluciones significativas”.
Matías Rojas, fundador de Socialab, ratifica este derrotero hacia la innovación en el cual está embarcada la cervecera: “Cervecería AB InBev ha creado un espacio de relacionamiento permanente con startups nacionales. Más allá del concurso, la empresa fue creando un músculo interno, los denominados champions, quienes apoyan de manera efectiva a estos emprendimientos para que resulten”.
Con la experiencia ganada estos años al mando de Kran, Jaime de la Cruz alberga la esperanza de que Chile dé el salto definitivo a la innovación. “Soy un convencido de que la solución para remediar el planeta es la tecnología”, sostiene, y agrega que “Chile tiene todo para convertirse en potencia. El capital humano y científico es de primer nivel para que surjan nuevos sueños, además del apoyo trascendental de compañías de la magnitud de Cervecería AB InBev y de fondos de inversión que crean en lo que haces”.
La mirada de José Antonio Alonso apunta en la misma dirección, pues es un convencido de que el país está ad portas de dar un salto tecnológico para subir un nivel en su desarrollo. “Hay un camino recorrido que valoramos mucho, como el trabajo que han venido haciendo la Fundación Chile, Corfo, Empresas B, universidades. Este Chile innovador está en un punto expectante y lo que requiere es apoyo, como el que estamos haciendo en Cervecería AB InBev y otras grandes compañías; y en que el rol del Estado es relevante en cuanto a generar las condiciones para que florezca la innovación y que estimule a las empresas más grandes a dar el espacio y el financiamiento necesario para agregar valor al país, sin importar la zona en que nazcan emprendimientos tan relevantes como Kran”.
FUENTE: Las Tercera